Somos un grupo de profesionales heterogéneos e idóneos comprometidos con la naturaleza y la sociedad que construyen iniciativas de paz y reconciliación.
Creemos que el verdadero negocio es la paz y la armonía entre los seres humanos. Por eso le apostamos al hombre y a la naturaleza, pues son en últimas los que permitirán que nuestra especie y otras no se extingan.
Para cumplir con nuestro objeto social hemos conformado un capital humano congruente con nuestras políticas de respeto y tolerancia, a través de campañas con alto contenido semiológico que puedan promover cambios de los comportamientos equívocos que atentan contra el bienestar y tranquilidad de los diferentes grupos sociales. Igualmente ofrecemos talleres, seminarios de crecimiento personal.
Si existen empresas e instituciones que aportan a la violencia, también existirán aquellas que avalen la tolerancia y el respeto.
Estamos en la capacidad de producir mensajes de carácter social y cívico con una argumentación soportada en las ciencias sociales y la comunicación social. Por tal razón, podemos elaborar piezas publicitarias que cumplan con los objetivos de comunicación que se esperan, para cambiar ciertos hábitos de comportamiento nocivos para la humanidad y el planeta.
Estamos en Capacidad de:
La Fundación I.C.D. conjunto con ULTRAKI, batido poderoso que logra reemplazar una comida al día, quiere combatir la desnutrición en Colombia y favorecer a las personas con muy baja capacidad adquisitiva.
La Idea es que las grandes empresas adquieran este producto a través de la I.C.D. y lo distribuyan a sus empleados que actualmente ganan un sueldo mínimo. La Fundación ha establecido que a través de capital humano obrero se puede garantizar que este alimento llegue a los que más lo necesitan.
Existen infinidad de personas que no pueden adquirir un suplemento alimenticio debido a que los precios son demasiado altos, sobre todo aquellas personas que sufren de diabetes.
La Fundación I.C.D. como motivadora e impulsadora de ULTRAKI en Colombia ha diseñado un plan de charlas donde se destacan los beneficios de este poderoso batido. Igualmente, tiene diseñada conferencias dirigidas a las empresas benefactoras que se adhieran al programa COLOMBIA BIEN ALIMENTADA, donde se le dictan las pautas para manejar el estrés y cómo vivir una vida sana.
Aquello que nos hace fuertes, nos permite establecer una diferencia entre la cobardía y el sometimiento.
El ser pacífico no es aquel que le huye a los problemas sino aquel que los enfrenta. Los violentos sabrán que una sociedad aguerrida y fuerte es capaz de hacer valer sus derechos y defenderse sin perder el norte sobre lo que está bien o lo que está mal.
Es preciso entender que una paz no es un pedazo de papel , sino un estado psicológico.
La Semiología de la Violencia y el Desarrollo de las
Miserias
Por: Konrad Streinesberger
Comunicador investigador egresado de la
Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá
Interesante es el análisis de Laura González Pérez, investigadora del programa por la paz del CINEP, cuando aborda el espinoso tema de una aproximación al lenguaje que genera y valida las violencias. Se trata de un planteamiento lingüístico que recoge todas aquellas expresiones y palabras que han profundizado las distancias entre gobiernos. Lo interesante para la ICD, es el valor histórico que se le da a la palabra constructora de imaginarios sociales, que se han convertido en convicciones habituales para la descripción de los hechos y la evaluación de los mismos.
El lenguaje social de nuestros pueblos se enriquece con el hecho de que todo existe, aparentemente, sin nuestra participación. Los hechos y las cosas son así, porque de esta manera hemos construido nuestra gramática a lo largo de la historia del uso de nuestra palabra.
Danzamos, pues, en un mar semántico tan ambiguo, que no nos permite solucionar la problemática de la guerra. De ahí, que los
latinoamericanos nos destacamos por ser excelentes productores y realizadores de telenovelas. Es más, América Latina es toda una telenovela, donde los conflictos rebasan
todos los límites, sobre todo, cuando no se resuelven. Y lo que es más sorprendente, se tiene un sentido de creatividad tan desarrollado que permite enriquecer mucho más los
conflictos, con el fin morboso de esperar ansiosamente lo que pasará”, obviamente, sin darle una pronta solución.
Creo que nuestros pueblos se deleitan con el melodrama que muestran diariamente los medios masivos de comunicación. La solución aireada e ingeniosa de un problema, puede convertirse por arte de magia en un nuevo conflicto, pues al parecer no queremos que se le de fin a un espectáculo tan atractivo.
Somos tan suspicaces, que cuando se habla de paz, pensamos inmediatamente en la guerra, tal vez porque lo bélico hace posible un discurso sobre lo pacífico, abrazándose los dos en un idilio tan parecido como el de “EROS y Tántos”, que se necesitan mutuamente para darle vida a la tragedia y por ende, al melodrama de la América Latina.
La cumbre de México, por ejemplo, pretendía resolver las diferencias entre Colombia y Venezuela, sin embargo los mandatarios protagonistas en aquel entonces Álvaro Uribe Vélez y Hugo Chaves Frías ejemplificaron de manera magistral nuestro delicado talento para escribir telenovelas, dando como resultado expresiones tan nuestras como: “Sea varón. Estos temas se discuten en estos foros. Usted es valiente para hablar a distancia y cobarde para hablar de frente. Si no le gusta lo que le digo, resolvamos esto en el andén”. “Vete al Carajo”.
Ante todo esto, nos preguntábamos en que momento esos idiotas se irían a los puños. Lo importante en aquel entonces no era la resolución de un conflicto, sino el espectáculo mediático que permitía la posibilidad de ver a dos mandatarios irse a las manos para aumentar el rating de sintonía.
La verdad es que no abonamos nada para resolver inteligentemente nuestros conflictos. Por el contrario, hacemos todo lo posible para que la telenovela no se acabe. Debe ser que esto obedece a que gozamos, con el mal de los demás. Si alguien tiene éxito, no falta el que lo desvirtúe.
No existe peor tragedia en una nación, que la de gozar con el mal ajeno y envidiar los logros de otras personas, lo que en últimas nos lleva a una sociedad fracasada por no creer en los talentos y riquezas del capital humano que posee, sino únicamente en sus miserias.
Toda Empresa de consumo necesita de una buena imagen corporativa. La fundación I.C.D, le ayuda a crear la mejor imagen para su empresa. Le ofrecemos entre otros:
Charlas de convivencia empresarial.
Objetivos:
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